En la tierra del sol naciente y en el estilo de vida japonés, el baño es un verdadero ritual. Originalmente, los habitantes de Japón solían relajarse en las aguas termales o «onsen».
Los onsen son las tradicionales aguas termales japonesas, de origen volcánico y muy apreciadas por sus condiciones terapéuticas. En ausencia de estas fuentes termales cerca de las casas situadas en el centro de la ciudad, había que encontrar una solución. Y así apareció el ofuro, el nombre de aquello que nosotros conocemos como “la bañera japonesa”, y se volvió más democrático.
El objetivo o finalidad de estos baños es más espiritual, lavar la mente, no el cuerpo, ya que este último debe haber sido sometido previamente a las debidas abluciones.
La forma de estas bañeras es tradicionalmente redonda, aunque hoy en día ya es posible encontrarlas con formas rectangulares o cuadradas. Las bañeras japonesas son lo suficientemente profundas para que una persona de tamaño medio se sumerja hasta el cuello, y constan también de un asiento, un simple tablón de madera fijado en la bañera.
Si eres uno de esos puristas que conocen las tradiciones japonesas, ya sabrás que las verdaderas bañeras japonesas están construidas en madera “hinoki” o de “sugi”, ambos son cedros japoneses. Estas son las maderas mas nobles y más solicitadas para la construcción de este tipo de bañeras. Algunas de sus características son:
Las fragancias naturales de la madera son liberadas por la alta temperatura del agua (al menos 40°C) y contribuyen agradablemente a la relajación.
resistencia a la putrefacción
virtudes calmantes para el reumatismo y las las vías respiratorias
propiedades antibacterianas, descongestionantes, antivirales y antimicóticas.
La belleza y simplicidad de los ofuros proviene seguramente de su estilo minimal, pero esto no debe confundir a la gente… no es un proyecto para alguien sin experiencia. De todas formas si te animas a construir una bañera japonesa, aquí tienes los pasos que deberías seguir:
Lo primero sera encontrar un almacén donde puedas conseguir madera de cedro. No es la madera más barata, pero es la mejor para este proyecto. Intenta encontrar los tableros de cedro de los que poder sacar las piezas que vas a necesitar, con el mínimo numero de nudos o imperfecciones posibles.
Para una bañera de aproximadamente un metro de alto necesitarás los listones unos 4,5 o 5 cm de espesor.
Procede a cortar la madera con las dimensiones correctas. Trabaja los bordes de cada tabla con la broca adecuada para que te queden como en la imagen. La parte convexa encajará en la parte cóncava de la siguiente, y así sucesivamente.
A continuación hay que cortar la madera para la base o suelo de la bañera. En cuanto a las medidas, las bañeras japonesas suelen ser redondas, aunque hoy en día es también fácil encontrarlas cuadradas o rectangulares. Si optas por la opción clásica, aproximadamente 1,20m o 1,50m de diámetro (60-75 cm de radio). El suelo debe tener suficiente espesor, al menos, el mismo que las tablas laterales y deberiás reforzarlo con un par de tablones, o vigas transversales. No olvides hacer el hueco para la evacuación en función de los elemento (válvula, tubería) que vayas a instalar.
Ensamblar y unir las tablas o listones siguiendo la circunferencia de la base de la bañera tal y como muestra la imagen. La parte inferior de los listones debe tener suficiente altura para que te permita colocar la válvula y la tubería de desagüe.
Una vez tengas todos los listones o tableros laterales colocados puedes proceder a colocar las cinchas o bandas metálicas. Al menos dos, una en la parte superior y otra en la parte inferior. Aunque siempre puedes colocar una tercera en la parte central para asegurarte.
Puedes aprovechar los trozos de madera que te han sobrado durante el proceso para fabricar un banco interior que te permitirá estar mucho más cómodo cuando tomes tu baño.
Posteriormente puedes proceder a impermeabilizar la madera con aceite de linaza, que le dará un acabado natural, sellando los poros de la madera Y además realzará las vetas naturales de la madera, protegerá del sol, y es un insecticida y fungicida natural. Un par de pasadas generosas, dejando el tiempo necesario de reposo entre cada una de las dos pasadas.
Solo queda llenar la bañera con agua y comprobar si existen fugas. En el caso de que si, proceder a sellar las mismas.
Solo queda disfrutar de un baño relajante en tu nueva bañera japonesa. Un lujo sencillo y natural, disfrutando el momento presente, el ahora.